viernes, 3 de diciembre de 2010

En sueños

Soñé que me llevabas a un lugar que no era tu casa ni mi casa. El ambiente estaba cálido, había plantas, cortinas blancas muy transparentes y muebles de madera, pero eran muy pocos. Vos no vestías nada, solo te cubrías el cuerpo con una sábana que a ratos se te caía. Y yo no te perdía de vista mientras regabas las plantas y me mostrabas la estancia. Te veía porque me causaba gracia verte maniobrar con aquella cosa mal amarrada. Lo hacías intencional, yo sé. ¡Hasta en sueños sabés seducirme! En el centro de aquel cuarto estaba una cama que me pareció era tuya, hecha de madera y rodeada de cortinas, como de reina, justa para vos. Y como me sorprendiste viéndola, me invitaste a ir con vos a ella. Te seguí din dudar. De pronto estaba ahí con vos, agradecida por la suavidad del colchón y el incomparable roce de tu piel... Y de pronto todo desapareció y solo éramos vos y yo en aquella cama que ya me parecía tan grande. Te habías quitado la sábana y me veías desde la otra punta con esos ojos de fiera que tanto me gustan. Obedeciendo un impulso me estreché contra tu cuerpo, sentí cómo se te erizó la piel y cómo tu ritmo se aceleraba, igual que el mío. Después me retiré para observarte, porque he aprendido de vos que las cosas se disfrutan más cuando se dan en dosis pequeñas. Tus piernas tan suaves se abrieron y supe qué tenía que hacer. Me acordé de que te gusta que empiece suave, despacito, detalle a detalle, y así lo hice mientras te movías al compás de mis labios y mi lengua. Y luego cambiamos. Lo último que recuerdo son tus ojos viéndome. Ibas a decirme algo, pero me desperté. Desperté con sabor a vos.

lunes, 22 de noviembre de 2010

LA SEDUCCION: ARTE DE INTELIGENTES

Para seducir no se necesita poca ropa y un tremendo físico que mostrar. También es falsa la creencia de muchos hombres que creen que el juego de la seducción consiste en alabar el físico de la mujer, pensando que la pobre “mosca” caerá rendida a sus pies con solo escuchar un “que bonita – o peor aún- que buena te ves” “que lindos tus ojos”. Estos halagos no son desechables, pero entiendan de una vez, que una mujer inteligente no cae por ellos.

No voy a decirle qué hacer para seducir una mujer, pero puedo anticiparle que no puede prescindir de dos cosas importantes: Inteligencia y éxito personal. No hablo de inteligencia para mentir, porque a la larga siempre nos damos cuenta del palabrerío y la treta y cansa escuchar a un tipo que no pasa del mismo discurso. Somos hábiles para descubrir sus “viejos trucos”. Este pobre “actor” pasa a la silla del suplente cuando “el inteligente” aparece en escena.

La atracción física es muy importante, sin lugar a dudas seduce; pero no hay nada más irresistible para una mujer que un hombre que se fija en su intelecto. Primero, porque demuestra confianza en sí mismo y segundo porque ya con esto sabemos que "miró más allá". Y no es la frase “que inteligente eres” por favor, no sea tan simple. Seducir el intelecto es compartir ideas, pensamientos, intereses y lo mejor que usted, caballero, puede hacer, es poner atención e interés en lo que ella diga. Si algo aborrecemos es que puedan describir como tenemos los pechos, pero que NO puedan describir quiénes somos intelectualmente hablando.

Tómese la molestia de conocer a quien le seduce o a quien seduce, porque, sin lugar a dudas, es mejor para usted tener a alguien atractivo e inteligente en la cama (note el orden) que sabe que quiere y se lo dice, que alguien atractivo y descerebrado que no tiene ni idea de lo que es el verdadero placer.

Los “accesorios” indispensables mientras seduce a una mujer: una buena conversación, omita a toda costa las trivialidades pero no deje de vestirse bien, de portar unos zapatos limpios y una ropa perfectamente bien combinada. Con esto, ya llamó nuestra atención, de ahí en adelante, será cuestión de escucharlo: de qué habla, cómo se expresa. Una charla en torno al “yo-yo-yo” nos quita todo el interés y nos da sueño; pero que jamás hable de usted tampoco nos gusta.

Otro punto importante: no nos asfixie, búsquenos sí, pero no al punto del acoso. A veces vale más una corta llamada antes de entrar a una reunión para "saludar" o para fijar fecha de una cita, que una larga conversación que no llegó a ningún lado. La mayoría de mujeres preferimos conversar frente a frente. Sea astuto hasta para hacernos saber que es un caballero; es decir, no se alabe a sí mismo, mejor demuéstrelo, porque nos fijamos en todo.

El seductor inteligente sabrá cómo y cuando dar el paso siguiente: si la besa o si le pregunta si puede besarla, será cuestión suya, pero le aconsejo: nos encantan los atrevidos que besan sin avisar, después de una dulce seducción mental. Mantener el interés será cuestión suya de aquí en adelante y ¡que viva la imaginación!.

Un último consejo, caballeros, no sean como “el perro que ladra y no muerde” si al final de tanto “bla bla bla” y de tanta molestia no harán nada, apártense, porque con este tipo de hombres sólo podemos aplicar aquella sabiduría popular que dice: “hombre que no da asistencia, pierde la preferencia y abre la concurrencia” .

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Los besos

Un día no tan lejano he hecho una lista de aquellos seres que han rozado sus labios con los míos. Esos besos que con solo saber que sucederán te mojan tus partes íntimas son los que me han inspirado a escribir este post.

Son parte importante del sexo, tan importante en el “love making” porque tocan fibras sumamente sensibles de tu piel que es casi imposible no comenzar o terminar una noche de sexo apasionado sin ese delicioso beso que es un preámbulo de un maravilloso sexo oral (de parte de ambos) y de unas manos prodigiosas que te pueden hacer llegar al éxtasis con solo un dedo.

Y no quiero decir que quien besa bien hace bien el amor, creo que no son directamente proporcionales, pero hay personas que con solo mover la lengua de manera juguetona dentro de tu boca te pueden hacer ver estrellas.

Hay besos mojados, los que lo son demasiado no a todos gustan; los hay mordedores, que son los que personalmente más me excitan, hay otros que te lengüetean hasta la nariz y te impiden respirar, esos son para masoquistas; y los de apretón, que se parecen a los de las películas viejas, en los que se estrellan los 4 labios como haciendo presión pero con poca o nula apertura bucal. Todo es cuestión de movimiento, pero si usted solo mueve sus labios, pero la pareja no lo hace, o si sólo saca la lengua entre los labios cerrados…eso es horrible! No hay nada que, al menos en mí, mate la pasión en gran medida que los besos con la boca cerrada y sin movimiento labial. Es como estar besando un muerto †

Dele vida a su relación, a su amistad (o deseo prohibido), a su affair, a su matrimonio con un beso bien dado, si es un día de arduo trabajo y lo reciben o usted recibe a su pareja con una lengüita oscilante o con un mordisco en el labio inferior, verá los resultados tan maravillosos que obtendrá, claro, se le quitará el stress, y quién sabe, quizás le terminen quitando hasta la ropa.

lunes, 15 de noviembre de 2010

"OLOR A PLENITUD"

Existirá una esencia en la tierra que pueda emular a la perfección el olor de una mujer satisfecha? Este “perfume” tan particular, que la acompaña a cualquier lado, no huele a sexo, ni a ningún otro tipo de olor asociado a la vulgaridad y patanería. Una mujer satisfecha huele a plenitud.

Y no es que todo gire alrededor del sexo para una mujer, no, no es así (ni para las amantes; pero es real que una mujer que se acepta a sí misma y permite que un hombre disfrute de su cuerpo en la cama, atrae miradas diferentes de las que atrae una mujer que tiene 90-60-90 en sus medidas. Hablo de mujeres reales, no de mujeres con acceso regular a “cirugías reconstructivas”.

Porque a la verdad me remito: Una mujer con todo en su lugar, más de lo que permite la gravedad, es una mujer que no se deja tocar o “degustar”. Una mujer plena, tal vez no tenga un cuerpo escultural, pero si se cuida, los pequeños detalles pasarán a ser indiferentes para el hombre que pueda tener en su boca la blandura de sus pechos o en sus manos la forma de sus glúteos.

Y este es el olor que atrae hombres, el olor de las mujeres satisfechas, no tiene esencia particular pero se nota en su forma de mirar, de vivir, de sonreír. Las mujeres sufridas “las pobrecita yo”, las “estoy gorda no me mires”, las “no me agarres así, que se caen” se quedarán para vestir santos o para tener relaciones sexuales dolorosas.

Con el tiempo y el pasar de los años se descubre que la plenitud no está asociada a agilidades o destrezas, aruñones o mordiscos raros, está marcada por sensaciones claves y particulares, a veces indescriptibles, que se quedan pegadas en la piel y que vuelven el deseo incontenible. Atentas, porque ese espécimen masculino que te lleva a la plenitud, se reconoce desde la primera vez que te besa…..y generalmente, sólo es uno.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Las mañanitas

Las mejores mañanas son las que empiezo con vos adentro de mí.

Cuando el frío de la madrugada nos despierta, nos abrazamos, nos tocamos, nos besamos y luego... luego nos vamos al infinito y regresamos a dormir otro rato antes de levantarnos.

Esas son mis mañanas ideales.

Porque yo nunca fui buena encontrando el momento perfecto para estar con vos. Y muchas veces las cosas no se dieron porque te puse mil excusas, casi nunca válidas.

Pero cuando no hallamos el momento, siempre llega la madrugada y todo desaparece.

Y a mí la mente se me pone en blanco mientras siento esa vibración que recorre todo mi cuerpo.

Después me abrazo a tu cuerpo caliente y me sumo en un sueño profundo.

Y cuando despierto, estás ahí de buen humor y yo te sonrío cómplice.

Esas, definitivamente, son mis mejores mañanas.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Aquí vengo con mi miel...

El día que entré en aquel cuarto con un botecito de miel y una velita, pusiste cara de interrogación, te recuerdo muy bien. “Yo cosas raras no hago”, me dijiste...

No sé si te va a parecer raro, te dije, pero sé que te va a gustar.

Encendí la vela y dejé caer mi blusa en aquella cama a ras del suelo, así como nos gustaba tanto tenerla. Luego el pantalón, a continuación el brassier y así hasta quedar libre de todo lo que no necesitamos.

Me veías con expectación acostado en la cama, vestido y con la miel al lado de tu cabeza, y tus ojitos brillando de deseo, esa nariz siempre recta apuntándome y pidiéndome tenerme cerca.

Me acosté a tu lado y te quité la camisa. Ahhhhh esos brazos largos, me abrazaron de esa manera que siempre lo has hecho, me abarcás, me hacés desaparecer en tu pecho... Y así.

Te di vuelta y dispuse tu espalda a mi disposición... rayito de miel iluminado cayendo a lo largo de tu columna vertebral seguido de tu ahhhh silencioso. “No te preocupés, ya te la voy a quitar”, te dije... Y oí tu risa que a estas alturas entendía bien cómo iba a suceder eso.

Empecé despacito desde la parte baja a comerme la miel del huequito de tu columna, entre lengua y boca, aquello sabía delicioso con tu piel. Necesitaba más, mi ansia crecía y te puse más, te comí toda la espalda y te rozaba mis pechos de vez en cuando para no dejarte olvidar a qué sabe mi piel. Llegando al cuello me detuve, eso es parte de otro momento. Te quité el pantalón y el resto de piezas inservibles.

La miel entonces endulzó tu vientre, ese espacio justo antes de donde guardás la vida, que te da cosquillas y nervios y te excita tanto. Sin poder levantar la vista, seguía escuchando allá arriba tu risa cómplice con mi boca. Una vez aterricé en tu parte más excitada, toda mi boca sabía a dulce, y creo que a vos también te supo a dulce mi lengua.

Cuando por fin levanté mi rostro y vi el tuyo iluminado a la mitad por la tenue vela, tenías los dedos llenos de miel y tu expresión había cambiado por completo. “Quiero ver qué tan dulce podés llegar a saber”, me dijiste y mis pechos quedaron marcados con tus huellas amarillosas y pegajosas. Lo que vino a continuación era bastante parecido a lo que yo acababa de hacer. Está bien, no tuve ningún reparo en que replicaras mi técnica, fue la mejor conclusión que pudiste sacar de mi ritual.

Una vez satisfechos los dos, apuesto a que no te esperabas que te pidiera que me acompañas a quitarnos los restos de miel a la ducha... ¡je!

martes, 2 de noviembre de 2010

¿GRUESO O DELGADO? ¿GRANDE O PEQUEÑO?

¡Qué tema tan delicado entre los caballeros! ¡Qué tabú más estúpido! ¡Qué pena que no sepan que a cualquiera se le puede sacar provecho! Y es que, para hablar la verdad, hombres, hay que decir que el tamaño SI importa, y el grosor es DO-BLE-MEN-TE importante. El tamaño y el grosor ideal es aquel con el que hasta duelen placenteramente los ovarios en la penetración… ¡aahhhhh! me humedezco de sólo pensarlo y las mujeres que, como yo, ya saben qué es esa deliciosa sensación, no me dejarán mentir.

Todas deberíamos ser un poco atrevidas para dar una apreciadita al “paquete” antes de caer perdidamente enamoradas ante un hombre. Sin embargo, no sería apropiado preguntar “¿gruesa o delgada?” cuando alguien sólo te interesa para un encuentro casual. Lo ideal a la hora de encontrarse con miembros no tan “agraciados” sería sugerir, con cuidado, algunas “técnicas” que ayuden a gozar más con el caballero, pues, la verdad, todo es cuestión de querer disfrutar.

En dichas “técnicas” no incluyo los consoladores, pues lo que se pretende es que disfrute con la pareja que eligió, con el miembro de la pareja que eligió. Hablo del sexo oral, la masturbación preliminar y la posición de vaquera.

El sexo oral es magnífico para empezar con los orgasmos. La vagina de la mujer no es una concha, es decir, no se absorbe, ni se produce placer con el sólo hecho de succionarla y menos toda. El clítoris, en la parte de arriba, es lo que produce el placer, los hábiles movimientos de la lengua del hombre son los que nos llevan a la locura, a gemir, a gozar. Y en cuanto a la masturbación, no hay nada más placentero que el hombre con el que disfrutamos nos toque, no a la loca, de la misma forma que con la lengua, en el clítoris, suavemente, bastarán dos dedos y no es necesario que éstos entren al orificio vaginal, porque ya aclaramos: ”el punto” está más arriba.

Luego, con las ganas y los orgasmos encendidos, la mujer puede generosamente satisfacer oralmente el miembro del hombre, suavemente de arriba hacia abajo al principio y después con rapidez. Si él lo permite, sujételo con las manos haciendo presión con cuidado. No lo deje terminar, y súbase sobre él, recuerde, si el grosor del miembro del hombre no es el ideal para su vagina, en la posición de vaquera ni se dará cuenta del “pequeñísimo” detalle. Una vez arriba……..... ¡A jinetear se ha dicho!

La virilidad del hombre, su capacidad para hacernos gozar, no está en el tamaño o en el grosor de su miembro…..está en su imaginación. Tome en cuenta estos consejos, la tenga como la tenga, porque la verdad, son delicias que no pueden faltar en el sexo.

domingo, 31 de octubre de 2010

Pelea de egos en la cama

¿Se acuerdan de la película "Lo que ellas quieren" ("What women want"), de Mel Gibson"? Yo sí, sobre todo de la escena donde él está teniendo relaciones con una mujer que termina totalmente satisfecha porque este sujeto tiene la capacidad de leerle la mente, por lo que hace todo como ella piensa que debería de hacerlo.

Pues sepan que eso no pasa en la vida real. Para gozar durante el sexo, hay que tener agallas para hablar con la pareja y decirle cuando está haciendo algo bien o mal. Cuesta, pero es posible.

Y es que no hay nada mejor que la buena comunicación durante el sexo. Eso de no decir que algo está mal solo por no herirle el ego al otro es lo peor que uno puede hacer, porque al final no queda nada bueno.

Detesto tanto escuchar a mujeres quejarse porque su pareja no las satisface. Lo peor es que al preguntarles por qué pasa eso te responden: "Ah, es que hace las cosas como no me gusta, y ya incómoda mejor dejo que termine y me voy a dormir". Peor es saber de hombres que creen que porque ellos llegaron al final feliz su pareja también. No sé cómo se puede vivir bajo esa lógica.

En serio, hagan el ejercicio y verán los buenos resultados que obtendrán. Esforzarse para que el otro se sienta pleno es algo maravilloso, pero lo es mucho más cuando el sentimiento es mutuo y durante el coito se nota que la conexión va más allá de lo puramente físico.

Cuando se llega a un nivel en que uno se puede expresar libremente sobre cómo le gusta el sexo y lo que preferiría hacer y que le hagan, cosas increíbles pueden pasar entre una pareja.

Amo saber que si le digo a mi pareja que está haciendo algo mal, que no me genera placer o me causa daño, inmediatamente se detiene y busca compensarme. Por supuesto que mi nivel de compromiso es el mismo. Pero llegar a ese punto ha implicado apertura por parte de ambos para no sentirnos mal ante una reacción adversa.

Recuerden esto: cuando uno deja de hablar con su pareja, de cualquier tema y en cualquier ámbito, es señal de que todo comienza a ser costumbre o rutina, y de ahí puede venir el quiebre. No vale la pena ser egoísta.

jueves, 28 de octubre de 2010

Mi ropa sabe a mí


Mi ropa sabe a mí, nada nos divide, estamos siempre juntas, cerquita, así como vos siempre has querido estarlo.
Por eso, la escena de verte cada pieza entre tus dientes me apasiona como pocas cosas lo hacen.

Estar vestida y lista para que me desnudés completamente es todo un acto, que llevás paso a paso con una precisión absoluta que me renueva mi fantasía erótica.

Lo primero es quitarme los zapatos. Besarme los pies. Yo te ayudo, me ubico bien en la cama. Después me besás la boca, el cuello, la boca y el cuello; tus manos solo tocan la cama.

Me desabotonás la blusa o me la halás hacia arriba o me destrabás el lazo... todo con tu boca, tus manos siguen sin tocarme. Ya he intentado pedirte que me toqués en ese momento, pero no lo hacés. ¡Qué boca la que tenés!

Me ves, me admirás... y yo me dejo. Seguís con la pieza que más destreza requiere: el brassier, me doy la vuelta y espero a que lo desatés, ese reto te encanta. Y con la sonrisa más franca que te puedo, me doy la vuelta y te veo con tu trofeo colgando de la boca. Y las manos siguen sin tocarme.

Después me besás la boca, el cuello, la boca y el cuello, el torso, los pechos, te asomás por la cintura, me besás la espalda; tus manos solo tocan la cama. Y yo me dejo.

No has aprendido todavía a destrabar un jeans con tu boca, todos los demás pantalones o faldas son fáciles, pero no esos. Sos tan preciso que aunque usés tus dedos para destrabar esos botones fuertes, nunca me llegás ni a rozar, es parte de tu juego, que me excita y a esa altura ya me tiene en extasis.

- “Quiero sentir tus manos sobre mi”... –“No, todavía no, dejame disfrutarte con mi boca”, me decís. Y yo me dejo

Una vez te has deshecho de la parte de abajo, solo una pieza te falta, que siempre siempre es muy breve, ya las conocés bien. Pero antes de llegar ahí sabés hacerme esperar, ves y admirás mi humedad, pero te regresás arriba. Me besás la boca, el cuello, el cuello, la boca, el torso, los pechos, la espalda, la cintura toda para vos, las caderas y el huesito ese que me enciende que me besés. Y te vas de largo, seguís con los muslos. Entre lengua y besos me tenés sin aliento. Llegás de nuevo a los pies y me ves, me admirás, casi completamente desnuda. Tus manos siguen tocando solo la cama. Y yo me dejo.

No sé cuánto tiempo te lleva tu ritual, el más erótico que me hacés vivir, pierdo la concentración en el tiempo y solo te imagino dentro de mi. Esa espera eterna la hacés infinita, pero me gusta.

Y llegás a tu pieza maestra. Empezás por un lado, luego el otro, de a poquito vas develando al alma de la fiesta, llevás la breve pieza por los muslos, y de repente advierto que te distraés. Pero seguís más abajo con tus dientes tan blancos y que guardan ese aliento animal tuyo.

De nuevo, tu sonrisa de hombre victorioso, con la última barrera que nos separaba, entre tus dientes. Ahí es cuando reconfirmás que mi ropa sabe a mi; lo hacés, te reís, me mirás, me besás. Y yo me dejo.

Tenés el cálculo perfecto del tiempo. Tenés ya cero obstáculos y a mí, completamente dispuesta a recibirte y morirme de éxtasis con vos. Tenés una boca cruel, pero me gusta.

miércoles, 27 de octubre de 2010

La música, el complemento perfecto

Hay quienes no soportan hacer el amor con un tan solo ruidito, otros, con la luz encendida, otros con la luz apagada…es de esperar que, al igual que en un momento tan importante de nuestro día todo esté “perfecto”. Talvez porque soy mujer siempre quiero que las cosas estén en su lugar al momento del acto sexual. [Esto anterior no se aplica para los “rapiditos”, esa es agua de otro huacal]

Pero para aquellos, hombres y mujeres que aman el sexo como a la música, me permito exponer varias de mis favoritas para ese momento extasiante:

- La típica, pero no subestimada, Wicked Game de Chris Isaak. Si no sabe cuál es, búsquela en Grooveshark.com y me va a decir: “aaaaaah, eeeeesa!”
- Esta una más prendida pero deliciosa para que una de mujer haga las cositas y deje al macho descansar: Justify my love de Madonna…Escúchela e imagínese ese sexo suave pero salvaje.
- Si es una persona que pasa de los 30…le encantará este “son” de Marvin Gaye, se llama Sexual Healing…rico para la nochecita calurosa
- Y una con la que complacía mis fantasías de adolescente, imperdible: De Chayanne, Isla Desnuda (puros 90’s)



NOTA:
Acuérdese que quien escribe esto es una mujer, y aunque usted, si es hombre, quiera escuchar “I was made for living you” de Kiss, a quien le quiere hacer el amor es a una mujer, póngase en su mente un ratito…(OJO: usted debe conocer a su pareja antes de proponerse hacer una noche sexo-musical)

- Uh! Ésta es linda! Cielo de Benny Ibarra…se presenta solita…
- La anterior me llevó por carambola a la siguiente: Primera vez, de Arjona. Quítese los prejuicios y dele espacio a su corazoncito.
- Y si quiere parecer un poco más profundo…no dude en tener en su playlist sexual a Buddah Bar…escuche esta…e imagínese en un harén, o haciendo el amor en las frías arenas nocturnas del desierto…

http://listen.grooveshark.com/#/s/Karunesh+Alibaba/cSjXI

Espero que le sirvan estas sugerencias de música ambiente para enamorarse del cuerpo de su pareja que, aunque no sea novio/a, esposo/a, o algo formal, aunque sea solo sexo, tiene que amar lo que hace con él/ella. ¡Disfrútelo! ¿Usted? ¿Me recomienda alguna?

lunes, 25 de octubre de 2010

LA ECUACION DE LA FELICIDAD

Parte I
Dada la ecuación: S+P = FP
Donde S=Señora, P=Prostituta y FP=Felicidad de Pareja


vs.

Esta ecuación nos hace pensar que (P) es la clave del éxito. Podemos contestar a eso Si y No.

¿Por que?

Todos hemos escuchado el dicho: “Señoras en la mesa y prostitutas en la cama” y como todas somos señoras, la pregunta es como traemos el disfraz de prostituta a la vida real. El mosto no se hace vino con solo exprimir las uvas, la cerveza no la venden en polvo y mucho menos la experiencia.

Analicemos esta vez el papel de la prostituta.

El pensamiento común de volverse “prostituta” es ser complaciente en todas las fantasías raras, perversas y que incluyan posturas que evocan al Tai-Chi o que requieren el saber Yoga y que en la practica difícilmente pueden llegar a un final feliz (¿alguien por aquí dijo que tenia sobrepeso?). Se equivoca si cree que el sexo son solamente genitales húmedos y confianzudos.

Aquello de “Si quiere que su esposo sea siempre muy dichoso dele algo muy sabroso” (o algo que el sienta muy sabroso) no es la receta completa para ser “prostituta en la cama”. Bueno que quiere decir eso entonces, no se trata de dejarlo hacer por donde se le ocurra a él o de hacerle alguna cosita que pensamos solo las que cobran hacen…

Primero tengamos claro que busca un hombre en el elemento (P) de la ecuación.

Para comenzar el hombre busca en una prostituta satisfacción. Ser escuchado (Si, ellas son psicólogas también, la terapia ya va incluida en el precio). Busca el recreo eterno donde no esta la maestra regañona que le diga que no. Es como un juego de video sin fin que no usa tokens. Aunque esto es mentira, por supuesto la Muchachas Alegres claro que cobran, a los tokens que me refiero son otros que luego veremos. Una prostituta vuelve a los hombres niños por que no tienen responsabilidades con ellas, ellos creen tener siempre el control: Yo mando, tu obedece: ¡TARZAN PAGA!


***


¿Sigue pensando que el elemento (P) es el mas importante? ¿Quiere convertirse en el condón que se usa y se tira?

Lo que sucede es que la perspectiva con que se ha definido a la prostituta que nos interesa esta equivocado. ¡Por supuesto que nadie quiere ser un producto desechable!

Mientras se pregunta cual de las dos elementos quiere ser, los invito que en los próximos post exploremos que nos convierte en Señoras en la mesa y Prostitutas en la cama, cual es la perspectiva correcta y sobre todo como gozar de una orgásmica Felicidad de Pareja.

domingo, 24 de octubre de 2010

Vos, mi objeto de deseo

Cómo puedo controlar ese impulso que se produce en todo mi cuerpo cuando te tengo a centímetros de distancia. Ver tus carnosos y delicados labios moverse al son de tus palabras me hipnotiza. Y tus labios me llaman, pero vos no te das cuenta y seguís hablado. Me dicen "vení" y se me eriza la piel.

Yo no me resisto a tus labios.

No sé cómo puedo permanecer inmóvil y no lanzarme sobre vos, que te ves tan menuda y afable. Me dan ganas de abrazarte, protegerte. De tu boca pueden salir las palabras más ásperas, pero también las frases más dulces recitadas al oído. En mi oído.

Tus palabras me provocan.

Aún no entiendo cómo puedo controlarme cuando te tengo cerca y siento que las frases que pronunciás se deslizan por mi cuerpo, como si vos misma lo recorrieras con una pluma o con tu lengua. Y entonces me entra el deseo de tomarte por sorpresa y empujarte contra la pared, tomarte del cuello y asirte por la cintura para luego arrancarte un beso. Con arrebato, como te gusta.

Es que despertás en mí pasiones profundas.

Y me excita pensar que vos me corresponderías, que cerrarías la puerta a nuestra espalda y al fin decidirías vivir conmigo la aventura de tu vida. Porque ningún hombre ni ninguna otra mujer te va a hacer tan feliz como yo, que me muero por morder tus labios y besarte de pies a cabeza.

Triste mi destino de no poder tenerte.

Pero sabés qué: cuando estés en tu cama y yo en la mía, sola o acompañada, voy a pensar en vos y voy a gozar como si estuviera con vos.

Que se detenga el tiempo, que se acabe esta vida, pero que no me quede yo sin tenerte, sin probarte. Vos me conocés, sabés que soy desafiante, así que atrevete. Y tené presente que cuando te aburrás de ser quien sos, aquí estaré yo esperándote.

Vos sos mi objeto de deseo.

viernes, 22 de octubre de 2010

Si te dejás

Si te dejás, un día de estos te voy a esperar feliz. Quizás esté escuchando un blues cuando entrés, o probablemente la Blanca Palidez que tanto me excita. Iría a tono con tu piel.
No soy de preparar encuentros, pero este sí estaría arreglado, dispuesto, solvente de todo contratiempo. Yo me hago cargo, yo puedo con una organización así. Mirá, te voy a preparar hasta la luz, para que haga juego con esa piel blanca y quemada, para que en penumbras te veas más real de lo que ya sos, para que tu entrada sea más triunfal que nunca, para que el primer beso que me des en cuanto me veás sea más violento a los que me tenés acostumbrada.
Y, fíjate, vas a entrar, siempre ligero de equipaje, con tu vaivén excéntrico y agitado buscándome entre el mobiliario de ese cuarto. Porque si te dejás, ese día solo vamos a estar vos y yo. No te va a tocar buscarme entre la gente ni ver como soldado para todos lados buscando con quién tener guerra, ese día vas a buscar amor.
Oyendo ese blues me vas a hallar, voy a estar sentada, porque los zapatos de aguja negros que voy a usar ese día me pueden cansar demasiado y necesito guardarme para tu respiración animal posterior, esa que siempre me dejás ir al oído sin ninguna sutileza, siempre seguida de mi nombre.
Y te repito: voy a estar feliz. Toda la carga va a ser mía porque esa escena la voy a preparar para hacerte feliz. No me importa lo que implique ponerme esos zapatos, grabar un CD para que suene una y otra vez la canción que elija, adecuar la luz y poner el mobiliario de tal forma que no te vayás a tropezar. Ningún obstáculo te va a impedir llegar a mi.
Vas a entrar por esa puerta y la luz te va a conducir a mi, además del perfume a madera que tanto te gusta y por que el que me identificarías en medio de un cementerio, si fuera necesario. Así me vas a ver primero. De lejos. Ojalá no te sorprenda verme con una corbata puesta. Quiero ponerme una ese día. Va a ser color blanco y va a oler a almacén porque la voy a haber acabado de comprar.
El pelo lo voy a llevar recogido; es que no quiero que interrumpa la iluminación que va a proyectar la corbata. Así vas a poder decir: toda de negro de la cabeza a los pies, porque arriba y abajo serán color negro, solo la corbata será blanca.
Y pues vas a avanzar. Quisiera que ese camino que te va a llevar hacia mi fuera larguísimo, pero sé que va a ser corto. Te quisiera hacer esperar un largo pasillo antes de llegar y poderme tomar, pero he decidido ponértela fácil. Porque de tanta organización, yo estaré impaciente, muy impaciente.
Y cuando te vayás acercando te va a parecer curioso que yo te espere así. Si te dejás, te lo puedo explicar, pero no creo que lo querrás; te podría inventar que de tanta carga organizativa, decidí ponerme “ligera”, te podría decir que me estás ayudando a cumplir una fantasía, te podría mentir que me gusta vestirme así de vez en cuando, pero no me vas a dar tiempo. Ya te conozco.
Cuando por fin me veás desnuda a pierna cruzada con el pelo recogido, la corbata blanca y los tacones negros puestos, me voy a poner de pie y te voy a dar un abrazo. Ahí va a empezar tu escena. Yo, la erótica, estaré complacida.

jueves, 21 de octubre de 2010

Instrucciones para hacerle el amor a una mujer Parte 1

Inicie con una mirada profunda, de esas que roban hasta el aliento, humedecen el ambiente y sacan a danzar en la imaginación cada fantasía que una mujer ha tenido en su vida.

Obsérvela como un objeto del deseo, como un icono de sensualidad, como una diosa y recorra cada centímetro para llenarse de su aroma, para ahogarse de su esencia.
Acaríciela como quien roza con sus cinco sentidos la seda, porque ella es seda hecha pasión.

Desvístala como quien revela la obra de arte más exquisita que jamás haya visto, disfrute como cada pulgada de su piel se vuelve visible.

Dígale con un susurro al oído lo exquisita que es, lo suave y sensual de su piel, lo exótico de su aroma, la pasión y el deseo que ella desemboca…
Disfrute de su cuello, ahóguese en el aroma de su cabello, recorra su espalda, deslícese entre sus piernas…
Empiece a recorrer con su boca esos lugares que provocan placer, acaríciela, llévela al éxtasis en la que ella solo pueda decir: "mas!".
No se apresure en el sexo oral, tómese su tiempo para saborear sus piernas, su vientre...

En el vaivén de su cadera contra la de ella disfrute de cada gemido, de cada beso, de cada mirada que inspira lujuria.

Tome el tiempo para preguntarle que le gustaría que hiciera por ella, cual es esa fantasía que en ese momento quiere cumplir, hágalo con la delicadeza y la lujuria que ese momento necesita para ella saber que es usted con quien puede cumplir cualquier fantasía.

Déjese llevar por ella... Que dicte el ritmo, la intensidad del movimiento... Deje que ella lo guie al orgasmo que una mujer necesita, a esa explosión de deseo, de pasión, a ese momento en que el cuerpo quiere más, quiere seguir y al mismo tiempo congelar y poder quedar con esa sensación que no tiene explicación mas que ese conjunto de gritos, gemidos, de presionar piel con piel.

miércoles, 20 de octubre de 2010

¿Gloria o pecado?

En la cama, a la hora de ir a dormir, cuando estamos solos extrañamos a alguien a nuestro lado, su sola ausencia nos inquieta, nos hace dormirnos más tarde, “insomniar” un poquito, y comenzar a sonar húmedo mientras nos queremos dejar llevar por los brazos de Morfeo.

A veces sucede que la sola presencia de una persona a nuestro lado igualmente inquieta, nos hace volver la mente al pasado, o a la creatividad romántica e imaginarnos a un o una X en nuestra cama, si sentiríamos lo mismo, si el aroma sería distinto, si en vez de tratar de dormir estuviéramos tratando de llegar al orgasmo, de jadear un poco menos para no despertar a la cuadra entera…de quitarnos la sábana que nos cubre.

Pasa. Y más frecuente de lo que creemos, e intuyo que si de religión habláramos en este espacio ya nos hubieran excomulgado o satanizado por ser “infieles de mente”. Pero creo que nuestra mente es tan maravillosa que NADIE la puede leer, ni despierta ni dormida.

A veces nuestras actitudes nos traicionan, pero CUIDADO! nunca le demostremos a la soledad o a ese alguien a la par que nuestra mente va volando por otros rumbos, porque se puede arruinar la magia. Se puede desvanecer ese paraíso abstracto que nos hace, tanto revivir experiencias como imaginarlas, que nos hace mojar la ropa interior sin siquiera rozarla, ese mundo divino (por ser creación de un Ser Supremo) en el que somos nosotros y ese otro u otra; aquel que “hubiera sido”, aquel que “hubiera aceptado”, aquel que “hubiera pensado dos veces”, aquel que “hubiera probado”.

Y déjenme pensar así, permítanme creer que esto es sano, porque al alimentar la libido en nuestro interior, nuestro cuerpo expele sustancias afrodisíacas que hasta un perro las podría oler…por lo tanto, si usted está con alguien en cuerpo y alma, pero su mente le pone una fotografía diferente, no se la piense más, HAGA EL AMOR! (Y si está solo o sola, hágase el favor). Su pareja sentirá deliciosa el hambre con la que usted le pide placer, cierre los ojos si quiere, o ábralos para ver que con quien está es quien lo merece. Sea salvaje, pida más, vuelva a ver la fotografía mental, vuelva a abrir los ojos, eso sí, cierre la boca (no se le vaya a salir un nombre que no es), siéntase en una novela, en una película porno o en una escena artística, pero hágalo.

Y cuando termine…me cuenta a qué le supo la infidelidad mental…a gloria o a pecado…

lunes, 18 de octubre de 2010

MENTIRAS DE CAMA, SEXO SIN GANAS
El gran mal de las mujeres actuales es la pérdida del deseo. Y eso es como un círculo: porque “lo que no se usa se arruina, se atrofia”. En el caso particular de las mujeres casadas se ha vuelto “normal” que entre los hijos, el trabajo, la casa, los amigos, la vida misma, lo clásico sea, que cuando la noche llega y el marido recurre al lecho conyugal, se encuentre con una mujer con dolor de cabeza, cansada y gritona que le dice “qué crees que así nomás es la cosa”?. Y yo le digo a esas mujeres: y cómo es entonces? Y que no fue ella la que dijo “si acepto” “en las buenas, en las malas y en la cama”?. Parece que un buen número de mujeres ignora la multiplicidad de beneficios del sexo para nosotras, pero no nos vamos a detener en eso hoy.

Además, muchos estudios han demostrado que el marido sexualmente feliz se convierte en una pareja cariñosa, complaciente, amorosa y consentidora con la mujer que lo satisface. Pero en esta falta de deseo no sólo toman asiento las parejas casadas, sino todas aquellas que alguna vez se han sometido a mitos, engaños o “sustituciones” del verdadero placer.

Durante el sexo no tienen cabida los límites, más que los del propio agrado, en otras palabras no acepte hacer algo que no le complace; pero ¡es mentira! cuando una mujer dice que no le gusta nada. El sexo no tiene hora; la hora la pone el deseo; porque ¡es mentira! que el sexo sea propio de la hora de dormir. Existen otras alternativas como el rapidito del mediodía, en el cual, con tal de que las manos y los besos candentes estén bien ubicados, bastarán los pantalones abajo y listo, el de la madrugada, con el calorcito del cuerpo en su mejor punto, o el encuentro inesperado de treinta minutos, en cualquier momento del día. Un dato importante, hombres, es que no den las “gracias” al final del sexo, nadie les está haciendo el favor, no nos hagan sentir como prostitutas, aunque lo seamos arriba de ustedes, después del acto sexual somos mujeres y nada más.

No puedo dejar de hablar del mal llamado “pre-calentamiento”. Mujeres, no cansen al hombre con “sesiones preliminares” de una hora. Ningún hombre con ganas aguanta tanto tiempo en el preliminar; pobres hombres, seguramente les ha de “doler” la espera. Tengan consideración y no los engañen porque ¡es mentira!: una vagina húmeda no depende del tiempo del preliminar, depende de la calidad de éste, del mantenimiento, de la disposición y sobre todo del deseo. En otras palabras, una mujer con “ganas” no necesita de un “pre-calentamiento” tan extenso.

Cada caso es particular, y nunca se sabrá como tener en mantenimiento la vagina personal si ésta no es explorada por la persona que la pondrá a funcionar (en este caso NO me refiero a la autoexploración). Una vez escuché una frase de la que me reí mucho: “las mujeres son una planchita, los hombres un interruptor”…..¡es mentira! Planchas de que año? Qué nunca han puesto una plancha de una vez en lo más fuerte e igual les ha funcionado bien? Desmiento en estas líneas, tal mito. Cada mujer en su interior sabe por qué no se excita, la responsabilidad no es sólo del hombre. El deseo marca la diferencia entre unas y otras experiencias sexuales. Cuando no hay deseo, no hay preliminar, ni cremita, ni “KY” que valga; dejen de jugar con la autoestima de sus hombres y confiesen de una vez que no sienten deseo. Dejen de decir “haceme esto o aquello para ver si así me dan ganas” principalmente porque en la cama nadie está para recibir limosnas. Y sobre todo porque dónde no hay deseo, no hay placer.

jueves, 14 de octubre de 2010

El trago dulce/amargo

“Tragar semen de tu hombre puede disminuir las posibilidades de quedar embarazada del mismo…” (http://wiki.answers.com/Q/Is_it_safe_to_swallow_semen)

Es interesante saber lo que implica el placer masculino de sentir la eyaculación en la boca de su fémina. Muchas veces lo hacemos por complacer esas exigencias de un hombre que realmente nos encanta, pero muchas veces caemos en el “servilismo” sexual. Es aquí donde lo placentero se hace repudiado.

Si a usted, ejemplar macho de la raza humana, le gusta ese “jueguito”, hágaselo saber a su amante, pero dentro del ambiente sensual del preámbulo coital, al oído, mientras le hace sexo oral a ella, o sino, platíquelo en frío, como condimento picante de una conversación de trabajo/estudio/planetas del sistema solar. NUNCA LA OBLIGUE.

Si esta mujer es lo suficientemente inteligente, sabrá de inmediato si negarse o no…AFUERA LOS MALDITOS PREJUICIOS! Si dice que no, que sea porque todo le da asco, porque le cae mal la comida pesada (porque déjeme decirle que el semen del hombre está lleno de proteínas, minerales como el zinc y el calcio, azúcares y otro nutrientes y calorías), o porque ella tiene miedo de ser tan SALVAJE y maltratarle el miembro de la emoción, o si para usted al final no es tan importante y puede vivir sin ello. Y si dice que sí…señor, permítame aplaudirle porque es usted un hombre PORNO. Por qué PORNO? Porque solo en las películas XXX existe la escuela maravillosa en la que se muestra de manera evidente lo que un hombre goza al recibir el regalito y la satisfacción de la fémina de haber sorprendido a su “macho” y no haber quitado el miembro de su boca a la hora de la eyaculación.

Así que, ejemplares machos de la raza humana, por favor, coman sano, nada de aguacate, pescado, huevo, mango con alguashte, si van a tomar mucho alcohol o acaba de comer lo antes mencionado, que no le practiquen el sexo oral, téngale consideración a su mujer, porque usted NUNCA SABE cuándo ella le sorprenderá con el brindis para beberse su esencia.

L a Primera Vez

El que diga que su primera vez fue como la soñó déjeme decirle que no le creo,no digo que no se den esos casos pero la verdad son muy contadas veces en las que hombres o mujeres deciden poner fecha,hora,lugar y pareja para iniciar su vida sexual. La mayoría de las veces se da esta “iniciación” en un momento de calentura juvenil que después de besos apasionados y un par de caricias las hormonas se alborotan y ya no hay quien los detenga. La niña toda nerviosa ilusionada que estará con “el amor de su vida”, el niño que dice:”esta ya se dejo” los nervios de que los vayan a “descubrir” y el  “se me va a notar” son las ideas mas comunes que casi siempre acompañan este momento sumado  a la falta de experiencia siempre se realiza el acto sexual sin protección.

No siempre en el mejor de los casos se da de manera consiente también podemos hablar de la niña que se emborracho y despertó en la cama con su compañero de clase que no fue por amor sino por curiosidad, pero ya entrando en materia los invito a revivir ese momento en su mente y si ese momento no fue el mejor le invito a que sueñe con el que usted considere fue el mejor de su “iniciación.” 

Los hombres por lo general no saben a donde es o por donde esta la cerradura de la puerta a la  felicidad… a mas de alguna ya le han tratado de perforar el ombligo como que si de un piercing se tratara (de estos casos hay mucho de que hablar y detallar).

La verdad no importa como haya sido su primera vez es un recuerdo que hasta el día de hoy hace que se le ponga la carne de gallina,pude ser que jamás volvió a ver a esa persona o tal vez si yo no lo se sea como sea dele las gracias por enseñarle que hay un modo muy especial de ser feliz.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Cuando el sexo cae en tiempos de recesión

De vez en cuando hasta el sexo con nuestra pareja cae en reseción, no es cuestión de cuántas horas todos los días, pero hacer realmente sentir a nuestra pareja que todavía tiene un poder sexual que nos estimula es sin duda una bomba de tiempo que ayuda a que esos momentos sean mucho más placenteros aunque sean escasos.

No podemos negarnos a nuestras actividades y responsabilidades del diario vivir, para algunas es el trabajo, para otras los hijos, tareas, clases, actividades, horas en el gimnasio, horas de sueño necesario, etc, etc. Pero porque resistirnos a sentirnos bellas, hermosas, sensuales si con eso vamos a "ayudar a ayudarnos". Muchas se quejan de lo insatisfactorio que es el sexo con su pareja después de tanto tiempo pero tampoco es que contribuyen a "alborotar la colmena" para que llegado el momento sea toda una fiesta!

Tanto que se nos habla de ahorrar para tener dinero cuando lo necesitamos, igual en nuestra vida de pareja, si vemos el ahorro como esa cucharada diaria de sensualidad que podemos brindar a nuestra pareja veremos resultados realmente satisfactorios.

No se trata de cuanto pesas, no se trata de cuanto te maquillas, la dieta o las horas arreglandote el cabello simplemente se trata de sentirte sensual contigo misma. Autocomplacerte en momentos en los cuales tu pareja no puede te brinda tantos beneficios como no quererlo matar por las mañanas porque se quedo dormido a medio acto o porque le insinuaste que "dormiste a los niños temprano" y el dijo "buenas noches, me iré a dormir porque tuve un día muy largo" o con tu novio cuando le dijiste "y porque no nos vamos a perder un rato" y el dijo "mañana tengo que madrugar", autocomplacerte permite que sepas que te gusta y saber que pedir llegado el momento, no he conocido un hombre que no diga que le encanta escuchar a su pareja "gemir de placer" y porque no dejarnos llevar a algo que nos permite disfrutar más de esos momentos?

El sexo cae en reseción porque lo permitimos si nuestra pareja "no puede", "no quiere" o "se siente cansado" no nos limitemos, hay tantas cosas que podemos hacer para autocomplacernos y que nuestra pareja en algún momento agradecerá y no hablo de un "gracias" hablo de un "orgasmo múltiple" ya que sabrá que hacer porque nosotras así lo pedimos.

Erotismo civil

Esa mano en mi cintura nunca antes tuvo tanto calor, porque era la primera vez que lo lograba. Ya sabés que conmigo lleva tiempo consumar cierta cosas, pero sé que disfrutás mi erotismo. Lo provocás.

Cada vez que nos veamos, vamos a empezar desde el mismo punto: la primera fase del beso. Pero siempre te voy a pedir que llegués a ese otro punto que sí tiene marcha atrás pero que cuesta tanto detener. Probate y probame. Detengámonos ahí justo. Tocame la cintura, yo te toco la espalda; imaginate asiéndome la cintura, yo me imagino rozándote la espalda.

Sos hombre. ¿Me podés entender que lo que me gustaría es repetir ese momento una y otra vez?

Lo que va a cambiar de una vez a otra es la intensidad. Los besos del inicio ya incluyeron tu lengua y la mía, tu asir de mi cintura ya se volvió abarcarla completamente, mi roce de tu espalda ya se volvió tocarla de arriba abajo. Imaginate haciendo eso mismo en una cama.

Para el siguiente momento, iremos avanzando en el termómetro hasta quebrarlo. ¿No te importa verdad? Es solo mercurio. Nada que no se pueda reemplazar.

Para el momento que viene, siempre en un lugar complicado como solo se nos es permitido, las lenguas ya serán un unicornio, ya tus manos no estarán a mis costados, sino atrás, sin espacio entre tu frente y el mío. Y mis manos ya empezarán a jugar con las uñas bajándote por la espalda, por ese canalito que llega hasta el fin, ese mismo que te da escalofríos. Imaginate lo que querás.

Así va a ser esta primera sesión. No va a suceder nada más. Te presento al erotismo. Te voy a enseñar a imaginar. Me podés decir el nombre, si lo hacés cerca del oído y en tono suave quizás sintás con más intensidad mis uñas.

Sos un hombre, yo soy una mujer. Te tengo buenas noticias: podemos convivir juntos de manera cordial... en la cama.
SOLO LAS AMANTES SABEN HACER EL AMOR

Este oficio reverenciado y maldecido, por el que muchas han muerto y han sufrido. Y lo cierto es que si no existieran las esposas mojigatas, las de debajo de la sábana, que no pasan del misionero, las amantes no existirían. El día que todas las mujeres se vuelvan prostitutas en la cama de su marido, ese día, dejarán de existir las amantes; mientras tanto, son las que mejor manejan el oficio, el arte, las mañas, las pasiones, porque saben complacer y pedir sin escrúpulos ni reservas.

Pero no se confundan, tener sexo con tu amante, no es igual a hacerle el amor a quien te corresponde. Las amantes sólo están en el miembro del hombre, las mujeres ocupan un lugar en el corazón, la mente y el miembro del hombre. Es innegable, por eso es que yo digo, que no nacemos para ser amantes de nadie, sólo mujeres.

Pero cada quien elige. Si es amante, no se enamore, se sufre. Si es mujer, entréguelo todo a cambio de lo mismo: TODO. Y si lo que se quiere es experimentar, nada más, sin jugar ningún papel: adelante, que no hay límites.

Pero si de gozar se trata, recuerde estas líneas y póngalas en práctica para que viva realmente este arte que fue puesto en la tierra, no sólo con fines reproductivos, ¡por el mismo Dios! Si no, no sería tan bueno, cuando se sabe cómo bailarlo:

Convertir el sexo en un arte, es cosa de mujeres. Nosotras tenemos el poder de decidir hasta dónde y cómo queremos que nos hagan disfrutar. Exija besos, caricias, y hágale saber al hombre, que no sólo tenemos genitales, que hay otras partes del cuerpo, sensibles, que puede tocar y en las que puede encontrar el punto “G”. Queremos ver las estrellas antes de ver el taladro.

Pero lo cierto es que “ese punto” está muchas veces en nuestros oídos. Nos gusta ser admiradas, que nos masturben la psique, y nos acaricien el intelecto primero… ¿Acaso no se han dado cuenta, hombres, que nos fascina? No nos miren como si fuéramos reses camino al matadero. Horror causa la mirada de un hombre que te mira como carne fresca. Camioneros, ordinarios e ignorantes, que piensan que el simple deseo en ellos nos mueve a abrir las piernas.

El sexo oral no puede sustituir al sexo mismo. Rico, sabroso, candente, sí, pero para lo siguiente: el coito. Experiméntelo, vívalo, tenga sus primeros cinco orgasmos con él, y hágalo gozar a él con lo mismo, pero después, disfrute el cuerpo desnudo que tiene pegado al suyo, y cómaselo. Y eso es algo importante: quitarse toda la ropa y examinar.

Las formas, las posiciones, el estilo, todo es propio. Es producto del momento, lo importante es que el hombre haya logrado dejar nuestra mente en blanco previamente, y eso sí es muy difícil. Pero de ahí en adelante, el placer es indescriptible, incomparable y principalmente irrepetible, porque las amantes una vez que encuentran este tipo de placer, no quieren repeticiones, sólo nuevas ediciones.

martes, 12 de octubre de 2010

BIENVENIDOS

Les damos la bienvenida a este su blog de sexo, catarsis, preguntas, respuestas, dudas, sueños, tabúes, prohibiciones, inhibiciones, exhibiciones, etc.

No se toque el corazón cuando de escribir sobre lo prohibido se trata.

Si quiere confesar algo o ver confesiones de las escritoras de este blog, ESTÁ EN EL LUGAR CORRECTO