lunes, 8 de noviembre de 2010

Las mañanitas

Las mejores mañanas son las que empiezo con vos adentro de mí.

Cuando el frío de la madrugada nos despierta, nos abrazamos, nos tocamos, nos besamos y luego... luego nos vamos al infinito y regresamos a dormir otro rato antes de levantarnos.

Esas son mis mañanas ideales.

Porque yo nunca fui buena encontrando el momento perfecto para estar con vos. Y muchas veces las cosas no se dieron porque te puse mil excusas, casi nunca válidas.

Pero cuando no hallamos el momento, siempre llega la madrugada y todo desaparece.

Y a mí la mente se me pone en blanco mientras siento esa vibración que recorre todo mi cuerpo.

Después me abrazo a tu cuerpo caliente y me sumo en un sueño profundo.

Y cuando despierto, estás ahí de buen humor y yo te sonrío cómplice.

Esas, definitivamente, son mis mejores mañanas.

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